jueves, 22 de diciembre de 2011

Una carta angelical

Escribiéndote esta carta, a altas horas de la noche, bostezando y pensando que puedo decirte para convencerte de que no quiero ser como los demás...
Se que me faltan muchas cosas para ser perfecto, bah…. nadie es perfecto, pero para ti, trato de ser lo mejor que puedo.
En esta vida, eres como un ángel que no se deja ver, tan hermoso y especial a la vez, que me das ese miedo de perderte en la primera palabra. No quiero acercarme por el miedo a no ser lo que buscas y la timidez que me azota a cada momento que estas frente a mi, quisiera aprender a volar, para saber lo que sentís, lo que deseas, todo eso que queres, que yo te pueda regalar.
No solo hablo de amor o amistad, una afrodita angelical no se conforma con eso nada mas.... te podría dar el mi corazón, el alma, una gota de la pura verdad.
Todo lo que sentí, siento y sentiré por vos, son los recuerdos y miradas que nunca van a escapar, en cambio tu, mientras hago esta carta angelical, con tu pureza y facilidad, doblas la esquina sin mirar atrás..

sábado, 10 de diciembre de 2011

Un deseo interminable

Cada segundo de esta eternidad pienso en como llegar a ti, cual es el camino correcto.
Aún sigo buscando la verdad, aunque una imagen convence demasiado; pero este deseo que me inunda poco a poco, grita dentro de mi mente y deja el eco acariciando mis pensamientos, como es que no estas aquí si yo todavía te sigo amando, me pregunto que sentís con un "te amo", si sabes que mi verdad es la que siempre te he regalado, me encantaría ver el reflejo de tus ojos, podría encontrar la eterna felicidad.
No pienso dejarte ir, la razón es que sin vos no podría vivir, es este deseo interminable el que me atosiga, el que se apropia de mi mente para convertirla en tu lugar.
Muchas veces no me hablas, pero me trato de acercar, la fuerte brisa de tu corazón congela este sentimiento, que poco a poco va creciendo, quiero verte una vez mas y decirte cuanto lo siento; por ser el único que te regalo la verdad, su alma y el corazón entero..
Es este deseo interminable el que mi insita, el que sabe que por ti yo daría la vida.