Cada vez que mi mente descansa, vuela por un mundo paralelo, sin rumbo fijo, a la deriva, pero sin un destino cruel, solo avanza, no tenia pensado donde ir.
Mi memoria siempre vivirá, por eso trato de cuidar cada detalle en ella; cada tanto al levantarme de mi cama, siento un deseo interminable de hacer lo que en mis sueños, es extraño, como si lo creyera posible en el momento, a veces no se que hacer, hoy en día creemos tantas cosas que.... hacemos muchas locuras.
Al rozar las tablas de madera con mis pies descalzos, siento un fuerte calor subiendo por mi pierna, al bajar las escaleras todo se enciende y las cenizas se entrelazan en el aire que respiro, solo veo un gran resplandor. Llego a un piso revestido de cerámicos blancos, los mismos se parten en miles de pedazos, como si algo los aprisionara, al cruzar la habitación anterior al sanitario, siento un gran flujo de sangre en mis manos, como una fiebre interminable.
Al llegar al espejo del sanitario, toda la cerámica en el lugar se quebraja lentamente, como si un fantasma destrozara todo, al mirar hacia el reflejo, veo el poder elemental corriendo por mis ojos, solo un segundo alcanzo para darme cuenta que era un sueño, y el vidrio se hizo añicos.
No se si quiero alejarme de aquí, si altero totalmente mi cabeza con deseos o metas estupidas, pero se muy bien lo que sueño, fue muy real.
Desde pequeño alucinaba con algunas cosas, que hoy en día me tratan de desarmar, es todo muy confuso, mi deseo es ir a buscarte, como si fuera un hombre en llamas, con la memoria viva, recordando cada ángel que volara cerca mío.
Y por eso quiero dar un paso más, para poder encontrarlo, ver su destello de belleza, el resplandor celestial que siempre miraba y que nunca conocí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario